El pasado 17 de marzo estuvimos junto con n’UNDO y Asociación Ecómetro en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM) participando en la primera sesión de 2016 de Ecología a Debate.
En esta sesión repasábamos el Informe Técnico para el Desmantelamiento, Restauración Ecológica y la Evaluación del Impacto del Ciclo de Vida del proyecto Marina Isla de Valdecañas que elaboramos y la repercusión mediática en la prensa nacional y local de nuestra presentación del informe en Cáceres, tan sólo un día después de que el Supremo había condenado finalmente al Algarrobico a su demolición.
Los comentarios recibidos en los distintos medios de comunicación nos llevaron a querer reflexionar en público y en alto sobre esta cuestión de las construcciones ilegales y de que pasa luego con esos huecos en el paisaje, que parece ser que es lo que más les importa a políticos, empresarios y a la sociedad. El miedo al vacío, lo llaman.
En Ecología a Debate quisimos dar respuesta a las preguntas que lanzaron al universo algunos ciudadanos anónimos. Aquí os dejamos algunas conclusiones.
¿Qué diferencia hay entre una demolición tradicional o un desmantelamiento selectivo?
Verónica, representante de n´UNDO incidía de nuevo en la importancia de la planificación cuando se trata de demoler cualquier edificación. Ella, junto con otros integrantes de su equipo ya desarrollaron en su momento y en colaboración con Greenpeace un informe sobre cómo llevar a cabo el desmantelamiento del Algarrobico.
En él se destacaban las ventajas del desmantelamiento selectivo que consisten principalmente en :
- la reducción de la cantidad de residuos de demolición al vertedero
- la disminución del impacto visual de áreas degradadas
- la generación de recursos materiales reciclados
- la mejora de la gestión de los residuos peligrosos
- el fomento de empleo asociado al proceso de desmantelamiento
Este proceso no sólo ahorra costes si no que contribuye a frenar la degradación de los ecosistemas ya que evita la modificación de los usos del suelo, la contaminación, permite adaptarse a la fenología de las especies.
¿Qué pérdidas ecológicas se han provocado con su urbanización?
A pesar de que el Presidente de la Junta de Extremadura asegure que la construcción de la Marina Isla de Valdecañas ha generado valor ecológico a esta zona , lo cierto es que eso es algo que es difícil de saber.
Cualquier proceso de urbanización transforma severamente los ecosistemas, hace impermeable el suelo, fragmenta el territorio y afecta a la conectividad de distintos tipos de comunidades biológicas. La ecología invisible, la de los procesos dispersivos, la de los ciclos de nutrientes, la de la capacidad de retención de agua del suelo, esa que hace funcionar a los ecosistemas y que nosotros obtengamos bienes y servicios de la misma se ven alternados por un proceso de construcción como el de Valdecañas.
¿Qué supone la demolición de Valdecañas?
Durante el juicio por el caso Valdecañas la defensa presentó un documento en que se veía el impacto negativo que generaría la demolición del complejo dadas las emisiones de CO2.
Sin embargo, para valorar la idoneidad del desmantelamiento del complejo sería necesario incluir en estas «cuentas» los impactos positivos que generaría este proceso. Entre otros, el desmantelamiento de la Marina Isla de Valdecañas permitiría la recuperación de un espacio público que ahora sólo disfrutan unos pocos. Es fundamental volver a poner en valor los espacios públicos, la importancia de lo común que nos es sustraído con este tipo de proyectos.
Además y como decíamos antes se recuperarían valores ecológicos y servicios ecosistémicos que evidentemente se han perdido. Y lo que es aún más importante, se obtendría un impacto económico positivo en la región no sólo durante el proceso de desmantelamiento si no derivado de los nuevos modelos económicos asociados a los recursos naturales que podrían establecerse en la zona.
¿Son las reservas naturales parajes baldíos?
Los propios asistentes a la mesa redonda nos quedamos sorprendidos con esta pregunta. Al parecer entre los comentarios que aparecieron en el periódico digital HOY se considera que antes de la construcción del complejo este espacio ya antropizado no albergaba nada. Era una supuesta área protegida que no daba ningún tipo de beneficio a la sociedad.
Entendemos que este tipo de comentarios lo que ponen de manifiesto es la concepción antigua que la sociedad tiene sobre las áreas protegidas en nuestro país. Los espacios protegidos son percibidos como barreras para el desarrollo que no permiten obtener rentabilidad al territorio (como la venta de suelo para la construcción) y por tanto limita la cantidad de recursos que puede percibir una autonomía o un ayuntamiento.
Para nosotros y para la propia Unión Europea el Capital Natural y los servicios que nos dan los ecosistemas son precisamente un seguro de vida a largo plazo. Un recurso explotable, que bien conservado puede ser la base de los nuevos modelos de desarrollo compatibles con el medioambiente y el bienestar social que queremos promover. Sin embargo es importante que la sociedad tome conciencia de este gran valor y para ello es importante la labor de los técnicos, científicos y comunicadores.
Si quieres conocer en más profundidad los comentarios y las intervenciones del primer Ecología a Debate, te invitamos a que veas el vídeo completo de la sesión.
¡Qué lo disfrutéis!